domingo, 8 de marzo de 2020

LOLA MORA


Lola Mora. "Día del escultor y las artes plásticas" - Baradero Te ...  Dolores Candelaria Mora Vega, más conocida como Lola Mora, nació el 17 de noviembre de 1866.
  Fue la tercera de siete hermanos: tres varones y cuatro mujeres. A la edad de siete, Lola asistió al Colegio Sarmiento, donde se destacó como alumna. Durante el mes de septiembre de 1885, con diferencia de dos días, fallecieron sus padres. Lola tenía dieciocho años.
  En 1887 llegó a Tucumán el pintor italiano Santiago Falcucci para dar clases en esa ciudad. Lola tomaba clases particulares del maestro, quien la inició en la pintura, el dibujo y el retrato.
  En 1894, exhibió por primera vez una gran colección de todos aquellos retratos de los gobernadores tucumanos que produjo hasta el momento.
Aprovechando ese éxito, viajó a Buenos Aires para solicitar una beca y perfeccionar sus estudios en Roma. La ganó y allí se fue a estudiar con el pintor Francesco Paolo Michetti y con el escultor Giulio Monteverde, quien era conocido por aquel entonces como “el nuevo Miguel Ángel”. Monteverde observó el gran talento que Lola tenía para esculpir que le aconsejó no abandonarlo. Lola, entonces, sí abandonó la pintura para convertirse puramente en una escultora.
  Realizó los bustos de varias personalidades de la política y la aristocracia argentina, como Juan Bautista Alberdi, Facundo Zuviría, Aristóbulo del Valle, Carlos María de Alvear y Nicolás Avellaneda. También trabajó con las alegorías: las estatuas de La Justicia, El Progreso, La Paz y La Libertad, en las cercanías a la Casa de Gobierno de la Ciudad de Jujuy, y algunas esculturas en el Monumento Histórico Nacional a la Bandera, en la ciudad santafesina de Rosario. Por supuesto, fue quien realizó la emblemática Fuente Monumental de las Nereidas, que representa a estos seres mitológicos que asisten al nacimiento de la diosa Venus emplazada en la Costanera Sur de la Ciudad de Buenos Aires.
  Se sabe que el ocaso de su carrera artística vino también de la mano con la separación de su marido, Luis Hernández Otero, en 1917. A partir de ahí, ya casi nadie le ofreció encargos ni trabajos. A los 65 años, con una salud muy frágil, vivía con sus sobrinas. La Cámara de Diputados, por su parte, le otorgó una pensión en honor a sus años de gloria. Sin embargo, Lola Mora murió el 7 de junio de 1936, antes de cobrar el dinero.
  En su memoria y a modo de homenaje, se instituyó oficialmente el 17 de noviembre (supuesta fecha de su natalicio), el Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas.