Se encienden cuando el teléfono está
conectado a ellos. No es un castigo, es la manera que el diseño italiano Matteo
Bandi encontró para que las personas no estén tan pendientes del teléfono.
Bandi comprendió que cada vez más personas
intentan alejarse de los smartphones y no lo logran. Su intención no es
demonizar a este aparato, sino restringir su uso a funciones que sean
verdaderamente útiles.
Los objetos se controlan mediante una
aplicación que se activa cuando se conecta el celular. En ese momento, éste
indicará el tiempo de uso que ha tenido durante el día. Con esta información,
el usuario puede registrar un objetivo de tiempo máximo de interacción con el
smartphone. Si cumple la meta, el objeto premia el autocontrol mostrando una
función oculta especial.
Elena Zubielqui