Fecha: 3/07/17
Es un domo
diseñado en Calamuchita; sirve como domo para dormir y podría usarse también
como refugio para la alta montaña.
Un refugio móvil argentino que resiste
condiciones climáticas adversas como las de alta montaña y temperaturas y
vientos antárticos extremos, es probado en la base Esperanza fabricado por dos
emprendedores cordobeses con asesoramiento del INTI.
Se trata de un geodomo con paneles
hexagonales ensamblados que "encastran entre sí y se ajustan con tornillos
de acero inoxidable para formar una estructura autoportante con forma de
cúpula", contó a Télam Demo, autor del proyecto junto a Mariano Bearzotti.
Cien por ciento argentino, el refugio móvil
desarrollado es fácil de armar y de trasladar: pesa 400 kilos; mide 2,2 metros
de largo, uno de ancho y 1,8 de alto, y su estructura semiesférica permite que
el aire se mueva en forma circular y el calor se distribuya de manera uniforme.
El habitáculo, que oficia de iglú portátil,
partió desde la localidad cordobesa de Calamuchita hacia la Base Esperanza a
mediados de marzo.
Los antárticos "decidieron el lugar de
emplazamiento y lo están probando con la expectativa de su uso en el
fortalecimiento de la red de refugios para investigación y presencia"
nacional en el continente helado.
El personal responsable del armado en el
lugar -entre ellos Juan Manuel Lescano, jefe de la patrulla de rescate de la
Base Esperanza- explicó que "la experiencia de haber dormido 48 horas en
este espacio fue muy confortable porque mantuvo una temperatura constante de 0
grados pese a que la sensación térmica en la zona era de -15º
centígrados".
Alejandro Quacquarini.
Lara Mac Kay.
Lara Mac Kay.
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