Se conoce como Revolución de Mayo a la serie
de acontecimientos revolucionarios ocurridos en mayo de 1810 en la ciudad de
Buenos Aires, por aquel entonces capital del Virreinato del Río de la Plata,
una dependencia colonial de España. Como consecuencia de la revolución fue
depuesto el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y reemplazado por la Primera
Junta de Gobierno.
Estos eventos de la Revolución de Mayo se
sucedieron en una semana conocida como la Semana de Mayo, que transcurrió entre
el 18 de mayo, cuando se confirmó de manera oficial la caída de la Junta de
Sevilla, hasta el 25 de mayo, fecha de asunción de la Primera Junta.
La Revolución de Mayo inició el proceso de
surgimiento del Estado Argentino sin proclamación de la independencia formal,
ya que la Primera Junta no reconocía la autoridad del Consejo de Regencia de
España e Indias, pero aún gobernaba nominalmente en nombre del rey de España
Fernando VII, quien había sido depuesto por las Abdicaciones de Bayona y su
lugar ocupado por el francés José Bonaparte. Aun así, los historiadores
consideran a dicha manifestación de lealtad (conocida como la máscara de
Fernando VII) una maniobra política que ocultaba las intenciones independentistas
de los revolucionarios. La declaración de independencia de la Argentina tuvo
lugar posteriormente durante el Congreso de Tucumán el 9 de julio de 1816.
Bianca
Tamani.