El
Día de la Escarapela, como 18 de mayo, fue instituido por el Consejo Nacional
de Educación, en el año 1935. (Res. 13-5-1935, Expte. 9602-9º-935).
El origen de los colores de la escarapela y
las razones por las que fueron elegidos para simbolizar a la Patria no pueden
establecerse con precisión.
Entre muchas versiones, una afirma que los
colores blanco y celeste fueron adoptados por primera vez durante las
invasiones inglesas (1806-1807) por los Patricios, el primer cuerpo de milicia
urbana del Río de la Plata y que luego empezaron a popularizarse entre los
nativos. Se dice también que la escarapela argentina fue utilizada por primera
vez por un grupo de damas de Buenos Aires al presentarse a una entrevista con
el entonces coronel Cornelio de Saavedra, jefe del regimiento de Patricios, el
19 de mayo de 1810.
Lo cierto es que el 13 de febrero de 1812
Manuel Belgrano -mediante una nota- solicitó al Triunvirato que se fije el uso
de la escarapela nacional. "Manuel Belgrano no vio el cielo celeste y las
nubes blancas, y en esto se inspiró para crear la Bandera nacional (...)"
(Fuente:
Martín A. Cagliani: La Página del Conocimiento). Se fundaba en que los cuerpos
del ejército usaban escarapelas de distintos colores y que era necesario
uniformarlos a todos, puesto que defendían la misma causa. El 18 de febrero de
ese año, el Gobierno resolvió reconocer la Escarapela Nacional de las
Provincias Unidas del Río de la Plata con los colores blanco y azul celeste.
Francisco Bondino