Érase
una vez, de un muchacho muy bondadoso llamado Leonel, que vendía flores para
ganarse la vida. Un día su hijo, Luis, se encontraba mareado y con náuseas muy
fuertes. Entonces su padre lo llevó al médico.
Tristemente, su hijo padecía un virus y la
operación era muy costosa. Para hacer esa operación debían viajar a Irlanda.
Entonces, el padre salió por mucho tiempo a vender flores sin parar.
Un día, Lio tocó timbre en una mansión, y un
señor llamado Andrés le abrió la puerta. Por supuesto Lio le ofreció flores pero
el malvado Andrés rechazó su oferta diciéndole que no tenía plata en el
momento, a pesar de que el florista le había explicado la causa; una vez que
Andrés entendió le dijo que no era asunto suyo.
Así, Andrés y Luis comenzaron una vida en
paz y el millonario aprendió que ser solidario nos hace felices y alegra el
alma.
FIN
Nicolás Brizio, Francisco Mendíaz, Luciano Caferra
y Lautaro Fessia.