Una cámara de video descendió por la gruesa capa de hielo y descubrió dos seres vivos complejos; el hallazgo modificaría las teorías de vida en ambientes hostiles.
La NASA descubrió la existencia de seres vivos relativamente complejos a 190 metros bajo la capa de hielo de la Antártida, según indicó hoy la misma Agencia Espacial Estadounidense en su página web.
Hasta ahora se creía que solo formas de vida muy simples, como microbios, eran capaces de vivir en ambientes tan extremos y hostiles. Sin embargo, la NASA captó imágenes de una criatura parecida a una gamba (similar al langostino pero más pequeño), de color naranja y de poco más de siete centímetros de tamaño, y otra semejante a un tentáculo de una medusa de unos 30 centímetros de longitud.
Las imágenes fueron tomadas por un equipo de investigación de la NASA con una pequeña cámara de vídeo en noviembre pasado, durante una campaña en la zona occidental de la Antártida, bajo la plataforma helada del mar de Ross.
Una pequeña cámara a través de la gruesa capa de hielo descendió en la profundidad marina, donde reina la oscuridad y a unos 190 metros detectó y fotografió al crustáceo que, pese a su pequeño tamaño, logrando romper los principios establecidos hasta ahora sobre las condiciones extremas en las que puede haber vida.
Vida extraplanetaria. El descubrimiento de la NASA podría llevar a realizar expediciones en busca de vida a lugares hasta ahora descartados en el espacio, como planetas o lunas congeladas.
"Estabamos trabajando con la presunción de que no íbamos a encontrar nada", dijo el científico de la NASA Robert Bindschadler, quien presentará el vídeo del descubrimiento en la reunión de mañana de la American Geophysical Union. "Es un camarón que te gustaría tener en el plato", bromeó.
El aspecto del ser recuerda mucho al de una gamba, aunque en realidad no lo sea. Sí sería, sin embargo, un pariente lejano de esta especie, un crustáceo del orden de los anfípodos clasificado como Lysianassidae.
Noticia sugerida por la alumna Agustina Pusterla Parpal.