El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia , se instauró en nuestro pueblo a partir del año 2002. Así como en la vida personal de cada uno es importante aprender a tomarse un tiempo para indagar en el interior de nuestros corazones, descubriendo las grietas que nos han alejado del verdadero camino, y desde esas imperfecciones buscar el hombre nuevo, así también es necesario que los grupos sociales, desde la reflexión, aprendan a construir desde los huecos, para soñar un futuro que no lastime los corazones de quienes forman la sociedad.
“Había una vez un pueblo que había perdido la paciencia y el control. Un día cansado de tanta violencia y sin saber que hacer, se sentaron a conversar, fue en ese momento cuando escucharon una voz que les decía: “NO ES BUENO QUE LOS HOMBERS PASEN POR LA VIDA SIN SABER DIALOGAR, USANDO LA VIOLENCIA PARA RESOLVER SUS CONFLICTOS”…
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El primer día los habitantes llegaron a clavar miles y miles de clavos, pero, a medida que pasaba el tiempo, los días, los meses y los años era más fácil aprender a convivir en paz, que hacer el esfuerzo de tomar los clavos, de tomar el martillo y de dirigirse hacia la cerca.
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Un día volvieron a reunirse y se encontraron nuevamente con aquella voz, entonces le dijeron a coro: “MIRÁ, ESTA ÚLTIMA SEMANA NO HEMOS TENIDO QUE CLAVAR NINGÚN CLAVO”…
Entonces la sabia voz les dijo: “MUY BIEN, ENTONCES LES PROPONGO QUE POR CADA DÍA QUE MANTENGAN EL DIÁLOGO Y LA BUENA CONVIVENCIA , SAQUEN UN CLAVO Y CON TODOS LOS PAPELES QUE ENCUENTREN CERCA DEL HUECO PLIEGUEN UNA GRULLA”.
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Así pasaron los días, la cerca tenía cada vez más agujeros…
Y los niños, niñas, jóvenes, adultos, abuelos y abuelitas lograron levantar en vuelo miles y miles de grullas que llevaban grabada LA MEMORIA DE LOS HUECOS, PERO LOS SUEÑOS DE VERDAD, JUSTICIA, LIBERTAD, PAZ, AMOR Y COMPROMISO AGITABAN SUS VUELOS…”
Revivamos día a día las últimas palabras del cuento.